THOMAS BLOCK
Poco podían suponer los pasajeros del DC-9 en su vuelo New York-Chicago que iban a ser testigos del golpe más audaz e imaginativo de todos los tiempos. Ahora bien todo el mundo ignoraba que en la bodega del avión iban 1500 kilos de oro. Todo acaba siendo un asalto en pleno vuelo, en donde desaparece la importante carga y desaparecen sin dejar rastro. Un reto digno de una inteligencia diabólica y genial: como la de McClure, capaz de urdir un plan infalible y elegir a los colaboradores tocando la fibra de sus frustaciones, ansias de vengaza y crueldad paranoica.