JOSE ANTONIO DEL CANIZO / JOSÉ ANTONIO DEL CAÑIZO
Julia y su hermano Trompo tienen un abuelo muy especial: Nicomedes, un anciano entrañable con una mente prodigiosa, a quien los niños siempre tienen ganas de visitar. Con él lo pasan, incluso, mejor que con sus amigos. A su alrededor todo puede suceder gracias a la prodigiosa imaginación que ha ido desarrollando a través de los años, especialmente los últimos, que pasa en la residencia de ancianos.Los tres aparecen envueltos en unas aventuras extraordinarias que solo ocurren cuando los tres están juntos. Cosas increíbles, como las sillas capaces de crecer; la comunicación con un ahogado que vive feliz en el fondo del mar; una fantástica excursión a la nieve; la zambullida en los cuadros del Museo del Prado; y hasta la apasionante correspondencia con un náufrago gracias a una simple botella que flota en el madrileño estanque de El Retiro. Todo esto ocurre porque el anciano ve a través de los ojos de Marco Polo, su querido pájaro, al que concedió la libertad.