FINA CASALDERREY
David y Blanca son dos niños que oyen vocen provenientes del cementerio abandonado. Ambos están convencidos de que son las ánimas de los muertos, que les están hablando. Decid, dos niños, oyen voces que vienen del cementerio. Están convencidos de que son las almas de los muertos las que hablan. Deciden ir allí a investigar, a ver si ven alguna. Aunque les da algo de miedo que algún fantasma les persiga, van al cementerio varias noches. Siguiendo la dirección de las voces, que les llaman por su nombre, se meten en un túnel lleno de ratas. Hallan un hueco en el techo y, al sacar por él la cabeza, se encuentran en la taberna. Los dos niños han resuelto el caso: por debajo del cementerio pasan unos tubos de cemento que se comunican con lel bar y a través de los cuales se transmiten las voces. David y Blanca vuelven a casa contentos por haber recuperado la tranquilidad.