JUAN MUÑOZ MARTÍN
Siglo XIX. Los veinte frailes de un convento de Salamanca viven haciendo el bien y repartiendo lo poco que tienen. Un día llega un fraile rústico, gordo y colorado, que desea ser hermano como ellos. Pronto todos se dan cuenta de su infinita bondad y de que él es capaz de hablar con la escultura de San Francisco que tienen en la iglesia.