STIEG LARSSON
Fransje, el narrador, no tiene más que quince años y acaba de salir de un coma. No puede andar, ni hablar, y sólo puede expresarse a través de la escritura, ya que su mano y su brazo derechos siguen intactos. Pero no está en absoluto desesperado, gracias a las enseñanzas del gran samurái Miyamoto Musashi y a una inteligencia y un sentido del humor que le convierten en el peculiar cronista de Lonmark, el pueblo en el que vive.