RAÚL DEL POZO
JB, el héroe de esta novela, es un alabardero de atrezo y su ayudante un bandarra. Los dos atraviesan Madrid, sus garitos y sus barrios residenciales, hablan con policías y antiguos progres para buscar a un asesino que se envuelve en la amnesia y en las hojas de almanaque. El detective aplica la teoría de la cebolla: va apartando las capas superficiales hasta llegar al corazón del misterio. El pasado se convierte en el principal testigo de cargo.