CYNTHIA VOIGT
Mikey y Margalo son dos chicas que tienen muchas cosas en común. Sus nombres comienzan por las mismas iniciales, son nuevas en el colegio, han nacido en el mismo sitio y les gusta meterse en líos. En cambio, su ambiente familiar, su carácter y su aspecto físico son muy diferentes. Desde el primer momento entre las dos se produce un entendimiento mutuo y un deseo de ser amigas, que irá creciendo a lo largo del tiempo. Su profesora, la señora Chemsky, se da cuenta de que no serán alumnas fáciles, y aplica con ellas toda su severidad. Sus temores se ven confirmados cuando Mikey, deportista, con deseos de destacar y muy luchadora, comienza un enfrentamiento personal con un chico de la clase porque ella quiere que entren chicas en el equipo de fútbol, habiendo sido asesorada por Margalo. Sus discusiones y peleas con el chico son constantes, provocando que le echen y consiguiendo después que le admitan de nuevo. Por su parte, Margalo, más popular pero poco sincera, se divierte iniciando rumores sobre sus compañeros y creando situaciones conflictivas. Lo peor ocurre cuando, después de que una compañera hablase mal de Mikey por presentarse a delegada, Margalo se dedica a meter en su bolsa de comida animales muertos. Confiesa su culpa y Mikey la apoya queriendo compartir con ella el castigo. La señora Chemsky les impone una sanción diferente a a cada una, haciéndoles ver que son distintas y les pide perdón por haberlas tratado a veces equívocamente. A partir de ese momento las dos chicas empiezan a ser verdaderamente amigas.