ANNIE M. G. SCHMIDT
Tía Patente es una anciana que lleva una vida apacible en una tranquila ciudad. Pero un día, plantando un peral en su jardín, se encuentra un antiguo jarrón, que regala a su médico. Acto seguido, aparece Sof, un vikingo que quiere recuperar el jarrón, ya que en realidad es una urna de sacrificios sagrada. Sin ella no puede regresar al Valhala, el cielo de los vikingos. A pesar de los esfuerzos de Tía Patente por devolvérselo, el jarrón ha ido pasando de mano en mano. A partir de ese momento, comienzan las dificultades para la tía Patente. Primero, para que nadie descubra a Sof, y cuando lo hacen, para intentar explicar su presencia. Se le ocurre decir, intentando excusar sus modales toscos, que es un líder del Movimiento Impulsivo, en el que cada uno actúa como quiere. El caos se apodera de la ciudad, ya que todo el mundo se afilia a este movimiento, repartiendo golpes a diestro y siniestro. Después de muchas aventuras, la tía Patente recupera el jarrón. Sof puede regresar a su cielo y la ciudad vuelve a la normalidad.