SANTIAGO GARCÍA-CLAIRAC
Quique viaja con su madre en tren desde Alcalá de Henares hasta Madrid. Van a reunirse con su padre, con el que el niño va a pasar el fin de semana. Hace frío, es temprano y, desgraciadamente, es 11 de marzo de 2004. En el tren, Quique se encuentra con su amigo Nelson y juntos, comentando sus cosas, hacen el trayecto. Pero, de pronto, oyen un ruido enorme, seguido de otros más, y el vagón en el que viajan estalla. Quique tiene una herida en la mano y no encuentra a su madre por ningún sitio; Nelson está malherido... A partir de ahí, el autor narra con toda delicadeza la cuenta atrás de Quique hasta que, gracias a la ayuda de muchas personas (vecinos, policías, bomberos, psicólogos) consigue finalmente reunirse con su padre. Por desgracia, ni su madre ni Nelson logran sobrevivir.